Inmersión en la lectura
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Fui una de esas niñas raras que esperaban con ansias el comienzo del nuevo año escolar para que nos dieran la lista de útiles escolares y poder salir corriendo a comprar los libros y darles una mirada bastante completa antes del inicio de las clases, si, reconozco que lo hacía!
Pero, el primer libro que recuerdo haber leído con afán, lo leí siendo yo adolescente, creo que en verano del '98. Recién acababa de terminar mi relación con el novio de entonces y, además de todo el tiempo libre que eso me dejaba, buscaba una forma de distraer mis pensamientos. Me encaminé hacía la biblioteca de mi mamá y me decidí a leer lo que ella tuviese allí, que no fuese técnico, sino de lectura variada. Me encontré con varios libros y entre los que todavía puedo rememorar están: Lanzas coloradas, Crónica de una muerte anunciada y Shibumi.
Fue precisamente éste último el que leí con más ansiedad, Shibumi. La trama se desarrollaba alrededor de un único personaje principal, un niño que es adoptado con un japonés y que, por varias circunstancias se hace hombre estando solo, y decide seguir viviendo de esa forma para poder llegar a la espiritualidad conocida como, Shibumi, pero, aunque suene contradictorio, es también un gran asesino a sueldo y un amante de la espeleología.
Era muy descriptivo, pero sin aburrir, y eso me permitió hacerme la película en mi mente, y tal vez por ello, realmente me gustó.
Viéndolo ahora, no creo que sea un buen libro para iniciarse en la lectura, pero eh! que igual valió! pero no lo recomiendo para ese fin. Aunque si para las personas que ya saben que les gusta la lectura y en especial las historias de espías. Es del '79, pero lo que en ella se dice, sigue siendo aplicable a nuestra actualidad.